LOGROS ALCANZADOS POR EL MOVIMIENTO INDÍGENA DEL ECUADOR
Kintto Lucas, periodista argentino sostiene que "El último levantamiento no solo volvió a demostrar que el movimiento indígena es la única fuerza social con estructura organizativa y capacidad de movilización en Ecuador, sino la única fuerza con restos anímicos para sobreponerse a los golpes del poder. Un movimiento que ha sabido crearse y recrearse a sí mismo con el correr de los años pasando de entender y reivindicar su propio espacio a entender y reivindicar el espacio de todos"
El "entender y reivindicar su propio espacio" ha sido plasmado en los logros autonómicos alcanzados con la creación de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (1.988), con la legalización de territorios ancestrales para algunos de sus pueblos (fruto de la marcha indígena de la OPIP, 1992), con el nacimiento del Movimiento Político Pachakutik Nuevo País, en alianza con otras organizaciones del movimiento social (1.995), con la presencia y dirección de diputados indígenas en la Comisión de Asuntos Indígenas al interior del Congreso Nacional (1.996), con la introducción de los derechos de los pueblos indios en la nueva carta política (1.996), con la ratificación del Convenio 169 de la OIT (1996), con la creciente presencia indígena en poderes locales por votación libre; los indígenas están construyendo poder alternativo desde prefecturas, alcaldías, consejos provinciales, concejos cantonales, juntas parroquiales; con la creación de CODENPE (Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador) 1.998 y de PRODEPINE (Programa de Desarrollo de los pueblos indígenas y Negros del Ecuador) 1.999; con el nacimiento de la Dirección Nacional de Salud Indígena (1.999); con la elaboración del Plan Operativo de los Derechos de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas, documento integrante del Plan Nacional de Derechos Humanos (1.999), y últimamente con la creación de la Universidad Intercultural de los Pueblos Indígenas.
"Entender y reivindicar el espacio de todos" se ha ido forjando paulatinamente tanto al constatar la carencia de liderazgo social no indígena para hacer frente a la exclusión como al valorar el nefasto rol de los partidos políticos existentes. Otros aspectos que han posibilitado la apertura en la lucha indígena tienen que ver con la capacidad de comprender la perversidad del modelo de acumulación neoliberal, la crueldad de las políticas fondomonetaristas, y la experiencia de vivir en carne propia las angustias de todos los empobrecidos como consecuencia de las interminables medidas de ajuste.
Así, los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador cumplen en la sociedad ecuatoriana un papel decisivo en la concientización, movilización y democratización. De concientización, porque frente a la realidad alienante y alienadora propiciada por los gobiernos de turno, los mass media y el sistema educativo arribista y extranjerizante, el movimiento indígena permite la toma de conciencia no solo de sus propias bases, sino del resto de oprimidos y del conjunto de la sociedad ecuatoriana.